Resumen
La necesidad de proteger el medio ambiente y en especial la cantidad y la calidad de las fuentes de agua dulce contra los efectos de las presiones naturales y antrópicas se ha vuelto cada vez más importante a nivel mundial. Para ello, no basta con aplicar tecnologías de extracción de agua y de depuración efectivas, sino que también se debería implementar sistemas de gestión participativos para alinear las actividades humanas hacia el desarrollo sostenible. La herramienta más idónea para realizarlo es la Gestión Integrada de Recursos Hídricos (GIRH) mediante la cual se genera información sobre la que basar políticas de gestión ambiental y de provisión de agua potable y saneamiento equitativas, que contemplen las opiniones de todos los grupos de interés. En el caso de Uruguay, la Constitución de la República consagra el derecho de todos los habitantes del país al acceso al agua y al saneamiento. El proceso de implementación del sistema de GIRH se inició dándole participación a la ciudadanía a través de un referéndum, luego del cual los referentes en el tema de todos los sectores de la sociedad aconsejaron a nivel parlamentario, y el procesó derivó en la reglamentación de la ley del agua. Se consolidó así una estructura de gestión por cuencas hidrográficas basada en el ciclo hidrológico que se encuentra hoy en un grado de desarrollo que refleja la mejora continua de la institucionalidad de la gobernanza del agua. En esta revisión se releva el desarrollo de estos procesos tanto a nivel nacional como mundial y se propone una serie de herramientas y estrategias para hacer cada vez más eficiente la gobernanza.