Resumen
El presente artículo establece el punto de vista necesario, a juicio del autor, para analizar una estructura de fábrica desde su funcionamiento. Toda la historia de la arquitectura hasta el siglo XIX ha girado en torno a las estructuras de fábrica en todos sus estilos. La introducción de los materiales tenaces (hierro, fundición y acero) con la revolución industrial y el concepto de rigidez como método de análisis compatible, han introducido, tanto en la formación como en la práctica profesional, métodos de análisis basados en la rigidez elástica (relación tensión/ deformación). Las fábricas no pueden ser analizadas desde estos supuestos, una piedra o un ladrillo no tiene una elasticidad fácilmente mensurable, y las fábricas se tornan así como meros agregados de sólidos de trabajo a monotensión (compresión) con enlaces de infinitas articulaciones que les hacen obedecer al modelo de estructuras hiperestáticas de orden infinito, y que además, como todas las demás estructuras, mutan en el tiempo, donde cualquier modelo de análisis puede resultar baladí sino se tienen en cuenta los estados reales (fisurados o agrietados) de la estructura en cada momento de su vida útil.Este escrito intenta modestamente clarificar los supuestos del análisis, valorando los principios básicos de equilibrio, únicos válidos en el análisis y las condiciones en las que este equilibrio puede realizarse. Los antiguos constructores se valieron de la experiencia como único justificante del equilibrio, para ellos, la única seguridad consistía en que la estructura no colapsaba. Hoy el álgebra vectorial, la observación afinada por instrumentación de precisión, y la determinación a priori de las situaciones de rotura (colapso), permiten realizar conjeturas más aproximadas, pero ciertas, sobre el funcionamiento de las estructuras de fábrica con un nivel de precisión no inferior a sofisticados métodos de análisis, estableciendo de forma tangible niveles de seguridad.