CONCLUSIONES
La discusión realizada en este primer Diálogo Regional sobre Desarrollo de la Infraestructura de Transporte y logística en la región del Biobío permitió identificar brechas, necesidades y oportunidades para una infraestructura habilitante que dote a la Región del Biobío de una logística y movilidad que contribuya al desarrollo y calidad de vida de las personas. Se identificó la necesidad de mayor colaboración, diálogo, participación, articulación institucional y planificación, que generen una visión compartida y un sentido estratégico de lo que la región puede y debe ser.
Los panelistas ilustraron necesidades y brechas en materia de financiamiento y logística, argumentando que se requiere mayor colaboración, coordinación y planificación de la infraestructura. Asimismo, se identificaron oportunidades provenientes desde las carencias, incluyendo factores estructurales y de desarrollo económico participación de actores, desde el financiamiento y recursos para el desarrollo de infraestructura, y la urgencia y prioridades de estas inversiones.
Sobre la base de esta discusión, en la segunda parte del Diálogo se identificaron caminos de acción para cerrar estas brechas y potenciar las oportunidades, relacionados con una visión común y coordinación del desarrollo de infraestructura, la formulación de planes y prioridades, y la consecución de financiamiento para la ejecución de estos planes y prioridades.
Según se desprendió del Diálogo, la unidad de propósitos entre los actores vinculados al desarrollo económico de la Región y la calidad de vida de las personas, incluidos el mundo social y la academia, resulta un factor indispensable para los necesarios nuevos proyectos de infraestructura y logística. La Región no podrá cumplir a cabalidad su rol esperado de liderar la logística en el centro-sur del país si no logra esta unidad de propósitos para acelerar sus proyectos urgentes.
Para superar este inmovilismo, la Región dispone de herramientas importantes: voluntad en muchos actores, brechas y necesidades de infraestructura bien conocidas, financiamiento vía asociatividad público-privada, un modelo de concesiones corregido, y encadenamientos y potencial logístico con regiones vecinas, todos los que debieran activarse en conjunto.
La experiencia del Dialogo evidenció un fuerte interés y necesidad de las distintas partes interesadas en el desarrollo regional de la infraestructura de transporte de contribuir discusiones productivas que mejoren la posición de la Región y la calidad de vida de las personas. Los representantes del sector público, privado y academia manifestaron un interés concreto en colaborar para lograr un mejor desarrollo regional. También se identificó el potencial rol que las universidades pueden tener en este proceso, ofreciendo la oportunidad de incorporar análisis científico y técnico, que apoye la toma de decisiones en este ámbito.