EXPOSICIÓN DE DANIEL BIFANI
Jefe de la División de Infraestructuras Sustentables de la
Dirección General de Obras Públicas (Ministerio de Obras Públicas)
Como marco general, el Ministerio de Obras Públicas (MOP) dispone de una política de sostenibilidad cuyo objetivo es establecer los principios, lineamientos y directrices generales que permitan al Ministerio planificar e implementar sus obras y servicios de acuerdo a estándares que atiendan los ámbitos social, económico, ambiental e institucional -en el marco de los compromisos asumidos por el Estado-, con el fin de contribuir al desarrollo sostenible del país.
El MOP dispone asimismo de instrumentos -que están en pleno proceso de desarrollo- que van a definir formas de: planificar, de gobernanza, de implementación, y de prospectiva, con fechas, metas y métricas específicas. Están dirigidos a obtener infraestructuras resilientes y sostenibles. El gran desafío tiene que ver con el cambio climático en todo el ciclo de vida de un proyecto, desde la etapa de planificación hasta la de implementación.
La Dirección General de Obras Públicas, con sus servicios ejecutores y de forma coordinada con la de Aguas y de Concesiones están, como se destacó, bajo el paraguas de una política de sostenibilidad que actualiza un instrumento del MOP que venía del año 2016; se establece ahora un marco más amplio de los pilares de la sostenibilidad.
Así, se distinguirán cuatro dimensiones de la sostenibilidad:
- social
- gestión medioambiental, resiliencia y cambio climático
- institucional
- económica-financiera
Respecto a la prospectiva y mirada a futuro, está el Plan Director de Servicios de Infraestructura y que el Consejo de Políticas de Infraestructura (CPI) conoce bien porque lo ha estado apoyando desde su inicio. Es una visión a 30 años y, por cierto, los temas asociados a resiliencia, cambio climático y sostenibilidad son parte de la infraestructura que hay que ir prospectando.
Los desafíos de esta nueva política actualizan conceptos, criterios y compromisos. Ahora se amplían a las cuatro dimensiones de la sostenibilidad señaladas. Y, nunca más importante, opera a través de un proceso participativo; ya se desarrollaron, por ejemplo, talleres regionales en el primer trimestre de este año.
Un instrumento de segundo nivel es el Plan de Cambio Climático del sector de infraestructura que opera dentro de un contexto normativo, en tanto a partir de 2022 estas materias están reguladas por la Ley Marco de Cambio Climático. Para el MOP, son 12 planes en el marco de planes sectoriales para la adaptación, y siete asociados a la mitigación que asumen los compromisos del Estado hacia la carbono-neutralidad. Y aquí se conecta con los instrumentos de gestión del cambio climático que, por ley, son de tres niveles. El primer nivel es el nacional o sectorial. Aquí están los 12 y los 7 planes del MOP, junto al plan de adaptación asociado a los recursos hídricos de la Dirección General de Aguas. Ya está aprobado por el Consejo de Ministros, por ejemplo, el de agricultura en adaptación, y está en trámite su plan de mitigación. El segundo nivel es el regional, mientras el tercer nivel es el comunal.
Los impactos por el lado hídrico son diversos y hasta contradictorios. Tenemos escasez y excesos de agua, lluvias intensas, derretimiento de glaciares, sequedad e incendios forestales, en la zona centro y centro-sur, y también en la zona austral, entre otras circunstancias e impactos. La infraestructura tiene que hacerse cargo de estos impactos. Por ejemplo, las olas de calor y a la vez de frío pueden afectar fuertemente las losas y los pavimentos. Otro caso: los embalses originalmente destinados a riego tienen que empezar a funcionar para consumo humano. Todo esto implica inversión y mantención para defensas fluviales, manejo de cauces, marejadas, manejo de las playas, de los sedimentos, entre otros desafíos y tareas.
El Plan de Cambio Climático se encuentra en proceso de consulta ciudadana, donde están convocados la academia, los centros de investigación, los servicios públicos, la sociedad civil organizada, los gremios y otros actores. El Plan debe satisfacer cuatro objetivos o ejes específicos:
- Integralidad, concepto longitudinal en el ciclo de vida de los proyectos
- Planificación y prospección
- Coordinación institucional e interinstitucional
- Colaboración: rol vinculante con los diversos actores e instancias, como el CPI
Los cuatro objetivos se despliegan en seis líneas estratégicas:
- Desarrollo de infraestructura resiliente frente al cambio climático
- Gestión de riesgo de desastres frente a eventos climáticos extremos en obras públicas
- Fomento de la sostenibilidad en construcción de obras públicas
- Fortalecimiento de certificaciones de sostenibilidad en las obras públicas
- Gestión integrada para incorporar el cambio climático
- Impulso al desarrollo de infraestructuras género-responsivas e inclusivas
Las dos primeras líneas estratégicas tienen que ver principalmente con lo adaptativo; la dos siguientes con las medidas de mitigación y economía circular; y las dos últimas con medidas transversales que engloban lo adaptativo y mitigativo.